A mediados y finales de
septiembre comienza en nuestros bosques uno de los espectáculos sonoros y visuales
más bellos de la naturaleza, la berrea del ciervo. Los grandes machos competirán
con sus congéneres por hacerse con los favores de las hembras, primero con sus
bramidos, luego con sus peleas
entrechocando sus poderosas cornamentas.
Los machos echarán su cabeza
hacia atrás, elevando las cornamentas y emitiendo sus berridos que inundarán
todos los recovecos del monte, siempre pendientes de las hembras se mueven
inquietos y altivos luciendo sus cuernas entre las hembras que aspiran a formar
parte de su harén, a sabiendas que se encuentran receptivas, cuando detectan a
otro rival no vacilan en enfrentarse a él, es el momento en que agachan las
cabezas y se precipitan el uno contra el otro entrechocando sus cuernas,
normalmente se limitan a mostrar su fuerza sin producirse heridas graves, en
ocasiones esos combates pueden ser duraderos, hasta el puno que los luchadores
quedan exhaustos y las menos de las veces las astas se entrelazan de tal manera
que no se pueden soltar, lo que les llevará a la muerte.
Tras días de luchas, los machos
que resulten victoriosos adquieren el derecho de cubrir a las hembras que darán
a luz allá por el mes de mayo, normalmente a un cervatillo, rara vez a dos que
a los pocos minutos ya tratará de ponerse en pie y buscar la protección de la
madre que durará hasta el siguiente parto, todo un año.
Las cuernas de los machos se
renuevan cada año, a finales del invierno se les cae y pocos días después
comienza a crecer la nueva cornamenta, lo que les supone un gran esfuerzo
energético que durante los cinco meses de formación de las nuevas astas tiene
que asimilar varios kilos de sales (calcio y fósforo) para su formación, que crecerán
recubiertas de una piel sedosa que recibe el nombre de terciopelo o borra.
En julio la cuerna alcanza su
máximo tamaño y el terciopelo se va secando, quedando esa piel muerta, será
entonces cuando el macho se frota contra los árboles para quitarse los restos
de esa piel, la cuerna mostrará entonces un color blanco al principio que con
el paso del tiempo se irá volviendo marrón.
El ciervo es uno de los grandes
herbívoros de los bosques de la península, su pelaje es de color pardorojizo en
primavera volviéndose a tonos grises en invierno, de cuerpo estrecho y cuello
robusto, su cabeza, más o menos fina está rematada con dos grandes orejas,
responsables de su gran oído, posee unas patas largas y fuertes. En la región
anal presentan una mancha de pelo blanquecina que se hace visible cuando el
ciervo levanta la cola. Los machos adultos lucirán una gran cuerna ramificada,
las hembras carecen de ella.
Habita en generalmente en bosques
caducifolios, mediterráneos o mixtos con amplios prados donde pastar, no se le
verán en zonas montañosas sin arbolado, es un animal errante, no tiene
dormideros fijos; gran saltador y nadador de hábitos crepusculares nocturnos,
dedicando el día generalmente a descansar y ocultarse de sus enemigos entre los
que se encuentran el lobo, el lince y como siempre el más dañino para ellos: el
hombre.
Normalmente gregario, fuera de la
época de celo constituye manadas de machos solos por un lado y hembras con
crías por otro, estos últimos son matriarcados, dirigidos por una vieja hembra,
que será la encargada de dirigir la manada.
Su alimentación se basa en tallos
tiernos, yemas de árboles, cortezas, hayucos, bellotas, castañas y moras, necesitan grandes descansos para
rumiar el alimento ingerido.
Los mejores sitios para poder
observa a los ciervos en la Península son: En el Parque Natural de Redes en
Asturias, en el Parque Nacional de Monfragüe en Extremadura, en el Parque
Nacional de Cabañeros en Castilla y la Mancha o en la Sierra de Cazorla en Andalucía.
Las fotos de esta entrada pertenecen a Monfragüe.
Imagino que podías sentir, casi oler, sin llegar a ver.. toda una segregación de feromonas en todo su esplendor!
ResponderEliminarEn cada foto hay una comunicacion visual, con las diferentes luces que has captado cada imagen. Hay un equilibrio, y encuadre en las fotos, que me gusta. Has cuidado los fondos. Muestras momentos decisivos, jugando con secuencias que nos trasladan a ese lugar, haciéndonos partícipes de ese momento mágico. Me gustan especialmente las fotos 5ª 6ª 7ª y 10ª.
Besos.