miércoles, 30 de octubre de 2013

UN PASEO POR LA GRAN VIA (2ª parte)


Seguimos en nuestro paseo por la Gran Vía madrileña



SEGUNDO TRAMO
El segundo tramo da comienzo en febrero de 1917 finalizando en el año 1922, transcurre desde la altura de la Calle Montera hasta la Plaza del Callao recibe el nombre de Pi y Margall; se levantan los primeros rascacielos como el del Edificio Telefónica o el de la Prensa que acompañan a teatros, cines, grandes almacenes, hoteles, emisoras de radio y sedes de periódicos. Frente al Edificio Telefónica se construye un templete que da acceso al Metro. Este tramo se convierte en una avenida funcional destinada al consumo y al ocio.
Edificio Tomás Allende
La construcción más característica de este tramo es el Edificio Telefónica (nº28), su construcción comienza en 1926 terminándose tres años más tarde, fue el primer rascacielos de Europa y el más alto de Madrid hasta el levantamiento del Edificio España en 1953 ubicado en la Plaza de España.
Edificio Telefónica
Otros edificios importantes de este tramo son los del nº32 donde se ubicaron los Almacenes Madrid-París que posteriormente pasaron a ser los almacenes SEPU que estuvieron abiertos hasta el año 2002; también en este tramo se encuentra el edificio que contiene la famosa Casa del Libro, una de las principales librerías de Madrid, fundada en 1923. En el nº31 se encuentra la expendedora de lotería “Doña Manolita”, fundada en 1931, muy concurrida a medida que se acercan las fiestas navideñas. Otro de los edificios más populares de este tramo fue el del Centro Comercial de Galerías Preciados, ubicado en la Plaza del Callao.
Edificio para la Constructora Calpense, actual sede de la Casa del Libro
En este segundo tramo se da una de las muchas anécdotas de la Gran Vía, ocurrió el 23 de enero de 1928, cuando un toro camino del matadero de Legazpi se escapó sembrando el terror en plena Gran Vía, salió a su encuentro el matador “El Fortuna” que se encontraba paseando por la zona, abrigo en mano le lidió y con un estoque que le dieron lo mató ante la ovación del resto de viandantes.
Finalizando este segundo tramo nos encontramos con la Plaza del Callao (1860) que tras la construcción de la Gran Vía le da un protagonismo que antes no tenía. En la Plaza se ubican cuatro edificios característicos: el Adriática, el Palacio de la Prensa, el cine Callao y el edificio Carrión (Edificio Capitol)
Plaza de Callao, cines Callao y Capitol


TERCER TRAMO
Sus obras dan comienzo tras la conclusión del tramo anterior finalizando este en 1931 dándosele el nombre de Eduardo Dato, Presidente del Consejo de Ministros de España que sufrió un atentado por un anarquista en 1921, este tramo desemboca en la Plaza de España y da continuidad a la Calle de la Princesa que nos lleva hasta Moncloa.
Ultimo tramo de la Gran Vía, al fondo el edificio Torre Madrid, de la Plaza España
Durante la Guerra Civil este fue el tramo de la Gran Vía que más sufrió las consecuencias de la contienda, quedando prácticamente destruido por el fuego artillero de los nacionales que era disparado desde el cercano Cerro Garabitas en la Casa de Campo, por eso el nombre que le dieron los habitantes de Madrid a este tramo: “Avenida de los obuses” o “del Quince y Medio” (calibre de los obuses); es por ello que muchos de los edificios actuales de este tramo fueron levantados en el periodo de post guerra.
Desde su terminación la Gran Vía se convierte en centro de referencia de todos los madrileños, las mejores cafeterías, restaurantes, comercios de lujo, grandes almacenes, cines y teatros la convierten en el centro de la actividad de la ciudad, ni la Guerra Civil paraliza esa actividad. Tras la contienda civil la calle toma identidad de modernidad, el régimen la emplea como escenario de paradas militares de recepciones oficiales.
Edificios del último tramo de la Gran Vía
En los años 50 tienen presencia los primeros limpiabotas que en las puertas de los grandes cines y cafeterías ofrecían sus servicios a los paseantes; los cafés de tertulia fueron desapareciendo y cediendo su espacio a las nuevas cafeterías (California, Miami, Zahara, Manila….) y bares americanos (Pidoux American Bar); en el año 69 se coloca en el Edificio Carrión el cartel luminoso de Shweppes, que en la actualidad goza de protección, por parte de las administraciones. En estos años la Gran Vía se ve afectada por el creciente turismo que va llegando a España; la calle se empieza a relacionar con la moda donde los viandantes van luciendo sus modelos de temporada y los mejores modistos se establecen en sus locales.
Limpiabotas
En la Gran Vía los cines son los encargados de ampliar la oferta de espectáculos, en su momento se llegó a la cifra de 13 cines donde se proyectaba toda la oferta cinematográficas de las distintas épocas. Uno de los primeros cines se ubicó en el teatro Fontalba (Hermanos Quintero en los años 60), tras este vendrían todos los demás, cine Callao, Cine Avenida, Cines Rialto, Capitol, Coliseum, Imperial….con el comienzo del siglo XXI estos cines se van poco a poco cerrando cambiando su uso, unos se dedican a los grandes musicales reconvirtiéndose en teatros y otros han cambiado su actividad para pasar a ser macro tiendas de ropa.

Doña Manolita y cafetería Zahara
No es hasta el resurgimiento de nuevas zonas de la ciudad como las Calles Serrano y Velázquez o el Paseo de la Castellana donde se trasladan los comercios de lujo y oficinas de las grandes empresas, cuando la Gran Vía comienza a perder parte de su protagonismo.
Hoy la calle está viva, da igual que sea de día o de noche, siempre habrá gente por sus aceras, se ha convertido en uno de los referentes turísticos de la ciudad. Algunos espacios se están convirtiendo en peatonales como la Plaza de Callao en un intento por hacer desaparecer los coches de la zona, también hay otros proyectos más inverosímiles como la de convertir toda la Gran Vía en una especie de vergel.