Compaginar familia
y fotografía se puede hacer complicado por el tema del tiempo, para poder
compaginar ambas cosas procuro tratar de involucrar a “los enanos” y a modo de juego hacer alguna
salida con ellos al campo para hacer fotos.
Aunque cuando salgo
a fotografiar me gusta hacerlo sólo o acompañados de otras personas que
compartan afición, de esta manera te garantizas el que nadie te meta prisa a la
hora de hacer las fotos; también está bien el salir con los críos de vez en
cuando y dedicarle más tiempo a ellos que ha hacer fotos.
Para ello les
preparo su “kit de aventurero”, básicamente mochila con cámara de fotos
compacta, mini trípode, prismáticos infantiles, una pequeña guía de bichos o
flores, bocata, bolsa de chuches y botella de agua; con todo listo buscamos
algún sitio fácil de llegar y a disfrutar de uns horas en la naturaleza.
Me llama la
atención lo rápido que aprenden el uso básico de la cámara, el encendido, modo
automático o escenas de las cámara, incluso el modo macro y supermacro ya no
tiene secretos para ellos, así como los botones de visionado de las fotos.
Como
si fuera un juego les pongo “deberes fotográficos” del tipo: sacar una foto de
una flor o de un insecto, un paisaje, tema libre…, mientras ellos se esfuerzan
en conseguir sus objetivos yo aprovecho para tratar de sacar alguna foto, tarea
nada fácil tras sus continuas e ilusinonantes interrupciones:
-
“papa, papa, mira que foto más
chula he sacado de esa flor morada”, mostrándome en la pantalla de la cámara la
imagen de lo que se supone es una flor y que forma parte de una nueva corriente
fotográfica basada en el movimiento, no se sabe bien de la cámara, del
fotógrafo o de ambos
-
“papá, papá, mira la foto que he
tirado a esta águila”….un punto negro apenas visible en un fondo azul pero que
ellos te acercan con el modo zoom hasta dejar atisbar la silueta de un buitre y
compensando así los 24mm del objetivo
Pero en ocasiones
su tenacidad tiene sus frutos y de vez en cuando te sorprenden con alguna foto
que no está nada mal.
Lo que
más me gusta de estas actividades, aparte de poder disfrutar de ellos, es el
amor y el respeto a la naturaleza que poco a poco se les va inculcando, les
encanta tratar de identificar alguna especie o el poder seguir el vuelo con sus
prismáticos de cualquier ave que se nos cruza por el camino, la observación de
un corzo o zorro es toda una experienza para ellos.
Y no quiero dejar
de acordarme de “mi santa mujer” que pacientemente nos aguanta en las salidas e
incluso a veces hacer de porteadora de parte del equipo, ahora el siguiente
objetivo entre los tres es conseguir que también se anime a hacer fotografías.
Todas
estas actividades son las que pudimos hacer durante una reciente estancia en el
norte de Cáceres, aprovechando el buen tiempo y que la primavera está en todo
su esplendor en las dehesas extremeñas nos fuimos una tarde a fotografiar el
atardecer en el embalse de Gabriel y Galán, disfrutando de una agradable tarde
en el campo mientras el sol se iba poniendo en la Sierra de Gata
Que buena iniciativa al involucrar a los más pequeños en la fotografía. Todos teníamos que aprender a mirar desde pequeños, observando el entorno que nos rodea nos enriquecemos y a la vez tomamos conciencia de nosotros mismos, junto con el medio.
ResponderEliminarSeguro que lo pasasteis de maravilla.
Un saludo.
Sin darte cuenta, nos has contado una historia que.. con unas cuántas fotográfias(¡geniales, por cierto!) has dado verdadero sentido a lo que pretender reflejar. Yo soy una persona que está empezando en este mundillo fotográfico, el cual creo que necesita de un largo aprendizaje para dominar la técnica..y luego olvidarme de ella y concertrarme sólo en la creacion de imágenes. Yo Misma me digo..esto es como el conducir, un buen conductor se concentra solo en la carretera y no piensa en el embrague, en el freno,..fluyendo sin esfuerzo el dominio del coche de una manera natural, sin pensarlo.
ResponderEliminarJavi..espero que consigas tus objetivos, creo que tienes alumnos muy aplicados. Un abrazo
Ojo, que en cuanto los lleves unas cuantas veces más te superarán con creces.
ResponderEliminarMuy buena idea Javier, me parece estupendo enseñarles el amor por la naturaleza de una manera tan divertida. El manejo de la cámara para ellos está chupado en cuanto la usan un poco, los chavales de hoy en día parece que han nacido con el manual de instrucciones de cualquier aparato que pueda caer en sus manos instalado en sus neuronas.
Saludos
Aunque son como esponjas, todo arte requiere su tiempo. Paciencia. Besos.
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