martes, 30 de abril de 2013

CABECINEGRA

Capirotada, carrasqueña, mirlona, cabecinegra, mosquitera, rabilarga, tomillera, zarcera…..son algunas de las currucas que tenemos en la Península Ibérica, hoy nos fijamos en la cabecinegra (Sylvia melanocephala) un pequeño y gracioso pajarillo del orden de los passeriformes (como jilgueros, pinzones, carboneros, herrerillos…una amplísima variedad de aves).

Nuestro protagonista se caracteriza por un oscuro capirote que les llega hasta debajo del ojo, los machos presentan las partes superiores de color grisáceo, en contraste con las inferiores más pálidos; las hembras son más parduzcas en el dorso con las zonas ventrales de color más pálido y cabeza grisácea; los dos sexos tienen el anillo ocular rojizo, las patas claras (anaranjadas en los machos) y las plumas externas de la cola blancas. Su longitud rondan los 14cm y la envergadura los 15-18cm. Tienen un canto muy sonoro, constituido por una sucesión de estrofas cortas, traqueteantes y rápidas, con notas ásperas y estridentes: su canto 
 
La mayor parte de las poblaciones que tenemos en España son sedentarias, si bien se han detectado algún movimiento migratorio en invierno hacia el sur de la Península y norte de África y es que esta curruca resulta muy sensible a las olas de frío.

Está ampliamente distribuida por la mitad sur de la península, Baleares y Canarias, también la podemos encontrar en el valle del Ebro hasta el País Vasco y noreste de Castilla y León, siendo poco frecuente en toda la franja norte con poblaciones discontinuas desde los Pirineos hasta el litoral gallego. No se trata de una especie amenazada en España, aumentando su población en las últimas décadas, quizá por la expansión del matorral como consecuencia del abandono del campo y de efecto de los incendios.
Y es que su hábitat suele estar constituido por formaciones de matorral mediterráneo (jaras, acebuches, lentiscos, coscojas…), también se encuentran en dehesas, pinares y bosques de ribera con denso sotobosque así como en setos y jardines.Se alimentan principalmente de insectos aunque durante el otoño y el invierno consume frutos y semillas.
Su temporada de cría se extiende de marzo a julio, con posibilidad de dos puestas anuales; ambos padres se ocupan de la construcción del nido, un pequeño cuenco tapizado de hojas secas, pelos y plumas, instalado en la espesura de un pequeño arbusto; la puesta consta de tres a seis huevos de color variable entre pardo y rosado y ligeramente moteados incubados durante 13 días por ambos sexos; los pollos son igualmente cuidados por ambos progenitores a lo largo de otros 12-13 días hasta que alcanzan la independencia dos o tres semanas más tarde.

Fotos realizadas en San Agustín de Guadalix (Madrid) y Urueñas (Segovia)

1 comentario:

  1. ¡Qué bonita la Cabezinegra! Yo hasta ahora no he conseguido fotografiarla.
    Las fotos me parecen geniales, con un buen fondo y muy bien enfocadas. La que más me gusta con diferencia es la tercera: el posadero delgado y equilibrado respecto al ave y su propia pose, la hacen sencillamente perfecta. La última también me gusta, pues muestra al ave en su espacio natural, quizás la única pega que la pongo sean los blancos del pecho, un pelin pasados, bueno por ponerte alguna pega.
    Un saludo Javier, has conseguido que me entre el mono de… volver a las andadas, que lo tengo un poco olvidado.

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