El aspecto del petirrojo (Erithacus rubecula) es la de un pajarillo rechoncho y
bonachón, como una simpática bola de plumas, si bien cuando quiere luce una
esbelta figura con su pechera de color rojo que destaca sobre los grises y
blancos del resto de sus plumas, pero las apariencias engañan y en muchas
ocasiones, a la hora de compartir territorio con otros petirrojos o con otros
pájaros saca a relucir su mal carácter y agresividad a la hora de defender sus
dominios.
Mide alrededor de los 13cm, de
cuello corto y de pico pequeño y fino, como todas las aves cuya alimentación se
basa fundamentalmente en insecto sin despreciar larvas, caracoles o arañas, si
bien en las épocas de más escasez de alimentos no hace ascos a frutas, bayas y
semillas. Las partes superiores de su plumaje son de color pardo oliváceas;
pecho, garganta y frente de color rojo anaranjado y abdomen blancuzco, no se
dan diferencias entre los dos sexos.
El rojo de la pechera es una
señal de alarma, si nuestro petirrojo observa en su territorio a otro de su
especie a través de las plumas rojas del pecho, comenzará con una serie de
movimientos de intimidación que irán en aumento hasta conseguir que el intruso
abandone su territorio, no suelen llegar “a las manos” a base de picotazos y
amenazas con las patas, para evitar males mayores el canto suele delimitar los
territorios.
Las hembras, a finales del
invierno comenzarán a buscar pareja, se quedará con el macho que sea capaz de
atraerla con su canto, que a la vez será un aviso para posibles competidores,
será ella misma, una vez elegido el pretendiente quien construirá el nido a
base de hierbas, musgo y hojas secas, para su ubicación elegirá un agujero en
un árbol o pared o incluso oculto entre las altas hierbas; no es infrecuente el
que pongan dos puestas entre abril y junio de 3 a 6 huevos de color blanco con
motas pardo rojizas, la incubación se alargará a los 14 días y será llevada a
cabo tan sólo por la hembra, mientras el macho le va proporcionando la comida, los
pollos al nacer son ciegos y desnudos, la madre, una vez más, será la encargada
de darles calor y protegerles en los primeros días, hasta que les salen a las
crías el plumón y poco a poco les va dejando más tiempo solos, durante los
otros 14 días que tardan los pollos en abandonar el nido serán los dos padres
los encargados de su alimentación. Las crías no tienen la pechera roja, lo que
les permitirá corretear por el territorio de los padres sin provocar ningún
conflicto territorial.
Su hábitat preferido son los
bosques húmedos, frondosos y mixtos, con abundancia de sotobosque con prefencia
de cursos de agua así como parques y jardines con maleza. En España hay una
población sedentaria muy abundante, es en los meses de invierno cuando esa
población se incrementa con los petirrojos que vienen de las partes más frías
de Europa
Es un pajarillo muy confiado con
el hombre y no es difícil observarle, en muchos sitios se les puede dar de
comer de la mano, pero no en España, donde la confianza de los animales con la especie
humana no llega a tanto.
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