miércoles, 22 de enero de 2014

UN TIPO RECHONCHO Y BONACHON



El aspecto del petirrojo (Erithacus rubecula) es la de un pajarillo rechoncho y bonachón, como una simpática bola de plumas, si bien cuando quiere luce una esbelta figura con su pechera de color rojo que destaca sobre los grises y blancos del resto de sus plumas, pero las apariencias engañan y en muchas ocasiones, a la hora de compartir territorio con otros petirrojos o con otros pájaros saca a relucir su mal carácter y agresividad a la hora de defender sus dominios.
Mide alrededor de los 13cm, de cuello corto y de pico pequeño y fino, como todas las aves cuya alimentación se basa fundamentalmente en insecto sin despreciar larvas, caracoles o arañas, si bien en las épocas de más escasez de alimentos no hace ascos a frutas, bayas y semillas. Las partes superiores de su plumaje son de color pardo oliváceas; pecho, garganta y frente de color rojo anaranjado y abdomen blancuzco, no se dan diferencias entre los dos sexos.
El rojo de la pechera es una señal de alarma, si nuestro petirrojo observa en su territorio a otro de su especie a través de las plumas rojas del pecho, comenzará con una serie de movimientos de intimidación que irán en aumento hasta conseguir que el intruso abandone su territorio, no suelen llegar “a las manos” a base de picotazos y amenazas con las patas, para evitar males mayores el canto suele delimitar los territorios. 

Las hembras, a finales del invierno comenzarán a buscar pareja, se quedará con el macho que sea capaz de atraerla con su canto, que a la vez será un aviso para posibles competidores, será ella misma, una vez elegido el pretendiente quien construirá el nido a base de hierbas, musgo y hojas secas, para su ubicación elegirá un agujero en un árbol o pared o incluso oculto entre las altas hierbas; no es infrecuente el que pongan dos puestas entre abril y junio de 3 a 6 huevos de color blanco con motas pardo rojizas, la incubación se alargará a los 14 días y será llevada a cabo tan sólo por la hembra, mientras el macho le va proporcionando la comida, los pollos al nacer son ciegos y desnudos, la madre, una vez más, será la encargada de darles calor y protegerles en los primeros días, hasta que les salen a las crías el plumón y poco a poco les va dejando más tiempo solos, durante los otros 14 días que tardan los pollos en abandonar el nido serán los dos padres los encargados de su alimentación. Las crías no tienen la pechera roja, lo que les permitirá corretear por el territorio de los padres sin provocar ningún conflicto territorial. 



Su hábitat preferido son los bosques húmedos, frondosos y mixtos, con abundancia de sotobosque con prefencia de cursos de agua así como parques y jardines con maleza. En España hay una población sedentaria muy abundante, es en los meses de invierno cuando esa población se incrementa con los petirrojos que vienen de las partes más frías de Europa 
Es un pajarillo muy confiado con el hombre y no es difícil observarle, en muchos sitios se les puede dar de comer de la mano, pero no en España, donde la confianza de los animales con la especie humana no llega a tanto.







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