miércoles, 20 de marzo de 2013

ROMANICO EN EL BUEN RETIRO


Volvemos al Parque del Buen Retiro de Madrid, cuando paseas por sus calles y caminos entre un buen número de especies arbóreas y arbustivas que le da ese magnífico ambiente sea cual sea la estación, te sueles encontrar con paseantes y deportistas, con multitud de turistas de toda raza y condición, chiquillos en sus columpios y mayores sentados en los bancos en animada charla o interesante lectura, aprovechando el sol de este invierno que parece no querer irse; te sueles encontrar con fuentes, monumentos, estatuas con toda la corte de reyes españoles, hasta “palacios de cristal” y montañas artificiales…pero cuál es mi sorpresa cuando en uno de esos paseos me encuentro con unas ruinas….románicas!!!, en pleno corazón de Madrid….!!!
 Pues sí, en una de las esquinas del Parque del Retiro, en la entrada situada entre la calle de O’Donnell y la avenida Menéndez Pelayo, al pie de la Montaña Artificial y frente a un coqueto estanque  en cuyo centro se sitúa la Casita del Pescador nos llevamos la sorpresa de toparnos con unas ruinas románicas, con su portada arquivoltada  de medio punto, sus columnas rematadas con capiteles y su ábside.
El contraste visual es tremendo piedras románicas llenas de historia mezclados con el hormigón de la cercana torre de Valencia, la música sacra que hace siglos se oiría entre sus paredes ahora es sustituida por el ruido de los motores de los coches de las calles cercanas, amortiguados por el canto de alguno de los muchos pájaros del parque y el olor a incienso y cera quemada a desaparecido para dar paso al menos agradable de los humos de los vehículos, ligeramente camuflado por los aromas de las plantas que rodean a las ruinas.
Estamos frente a la ermita de San Isidoro, bueno, de lo que queda de ella, que no es mucho, el lugar original del templo se encuentra a 120km junto a las murallas de Ávila y cercano al río Adaja, en un primer momento la iglesia estaba dedicada a San Pelayo, allá entre los siglos XI y XII, en el año 1062 recibe los restos de San Isidoro cuando era trasladado desde Sevilla a León, donde actualmente descansa, y es desde ese momento cuando nuestra ermita pasa a llamarse de San Isidoro.
Tras la desamortización de Mendizábal el templo entra en ruinas y es adquirido por Dº Emilio Rotondo de Nicolau quien a su vez lo vende al Estado Español en 1884 trasladándola frente a los jardines de lo que hoy es el Museo Arqueológico de Madrid, pero no será esta aun su ubicación definitiva, doce años después el Ayuntamiento de Madrid adquiere las ruinas y las traslada nuevamente al Parque del Buen Retiro, en 1999 se restauraron sus ruinas, ruinas que forman parte del Patrimonio Histórico de Madrid.
Se trata de una iglesia románica con una única nave rematada en un ábside semicircular construido en mampostería de piedra arenisca roja de Ávila.
Del ábside semicircular se conservan dos de los tres paños, separados  por columnas rematadas con capiteles y con un vano arquivoltado en cada tramo.
La portada mantiene tres arquivoltas planas de medio punto que se sostienen sobre dos pares de columnas.
Como curiosidad diremos que su ubicación, debido a un fallo en su reubicación, no es correcta, los templos románicos tienen la cabecera orientada al este mientras que esta lo tiene al sur.
 

1 comentario:

  1. Dentro de la cantidad de elementos que hay, has sabido muy bien buscar la complementación de las líneas rectas de los edificios modernos y las curvas de las ruinas románicas con los distintos elementos naturales, como los troncos de los árboles.
    Un gran trabajo donde se aprecia el entorno que lo rodea y la diferencia de estilos arquitectónicos.
    Un saludo Javier.

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