Vas
paseando por la orilla de un río de cristalinas y tranquilas aguas cuando sin
darte cuenta ves algo que se introduce en el agua e instantes después y a la
misma velocidad sale nuevamente para posarse en un carrizo, lo único que hemos
podido ver es una estela de tonos azulados; fijándonos un poco más descubrimos
en su posadero un cuerpo rechoncho de color azul turquesa en su dorso y
anaranjado en el vientre con un desproporcionado pico que sujeta un pececillo
que aun se bate desesperadamente en una lucha inútil por liberarse de su
poderosa pinza.
El
Martín Pescador (Alcedo atthis)
se trata de una especie solitaria y sedentaria, habita en las riberas de los
ríos, lagos y arroyos de aguas tranquilas y limpias, su alimentación principal
son los peces y más raramente insectos como las libélulas, crustáceos,
renacuajos, pequeñas ranas, gusanos y crustáceos. Los peces los engulle desde
la cabeza, con el fin de no hacerse daño con las escamas, no es raro que lo tire
al aire para recogerlo en la posición deseada. Es el invierno la peor época
para nuestro simpático amigo, cuando las orillas de los cauces de agua se
hielan y les cuesta obtener el alimento.
Tiene una longitud de 16cm, altura de 27cm y
envergadura de 29 con unos 40grs de peso. Pico largo y afilado, de color negro
en los machos y rojizo en la parte inferior en las hembras, patas cortas sin
membrana, su plumaje es azul brillante en la espalda y castaño anaranjado en el
pecho, garganta blanca con manchas del mismo color a ambos lados del cuello.
Con
la llegada de la primavera el macho corteja a la hembra con vuelos a ras del
agua y sobre las copas de los árboles de la ribera, emitiendo estruendosos
sonidos mientras que la hembra le observa desde su posadero. El nido lo excavan
en taludes junto al agua pero a cierta altura para evitar las visitas
inoportunas y mortales de las ratas de agua y posibles inundaciones, con una
longitud que oscilan entre los 50cm y el metro, el nido lo utilizaran en varias
puestas en años sucesivos, puestas que realizarán, según las zonas, entre abril
y agosto y constará entre 5 y 7 huevos blancos y casi redondos, la incubación
duran unos 20 días y la llevan a cabo ambos padres, así como la posterior
alimentación de los pollos, a los 23-27 días abandonan el nido.
Ni
que decir tiene que una buena salud de las aguas continentales es de vital
importancia para mantener estables las poblaciones del Martín Pescador en
nuestros campos, en manos de todos nosotros queda….
Saludos
desde la orilla del río
Hola Javi, ¡hermoso plumaje!, el que gasta aquí el amigo..
ResponderEliminarHubiera sido fantástico haber podido captar una de sus zambullidas para coger la presa que tiene en el pico ¿no?.¡Seguro que lo intentaste!.
Un beso.
Hola Yo Misma, intentarlo....ufff, tan sólo se lanzó una vez al agua y fue visto y no visto, si no es con barreras de alta velocidad es ciertamente difícil fotografiar la secuencia.
ResponderEliminarGracias por pasarte y comentar.
Que bonita serie Javier, realmente magnificas, con una luz muy sugerente, como me gustan a mí; y que decir de los fondos, realmente buenos.
ResponderEliminarMuchas felicidades Javier. ¡Qué envidia! yo todavía no le he podido fotografiar.
Un fuerte abrazo.
Magnífica serie Javier. Me gustan un montón las composiciones que has hecho con el martin.
ResponderEliminarSaludos. Félix Gil
Javier que pasada de entrada. Todas las fotos me parecen espectaculares, muy buenas, cada una con algo que la hace especial.
ResponderEliminarUn par de veces le he visto por nuestras tierras recorriendo el río a baja altura, una visión tan fugaz que de no ser por su color no hubiera sabido de que ave se trataba, habrá sido difícil conseguir esta serie de fotos ¿no?
Saludos.
Uge, gracias por pasarte, si, por el Duratón también los he visto en al guna ocasción, como bien dices de manera fugaz
EliminarLo difícil es encontrar su posadero, luego con montar un hide y esperar a que se acostumbre...es un animal que por suerte no es muy desconfiado y una vez que entra te deja fotografiarlo a placer.
Gracias por pasarte