miércoles, 30 de abril de 2014

MOMENTOS XXII

apertura f/3.5, tiempo expo.1/15, iso 1600, longitud focal 14mm leyenda

viernes, 25 de abril de 2014

ARLEQUIN

La arlequín (Zerynthia rumina) me parece una de las mariposas más bellas que habitan en la Península Ibérica y eso que tenemos una buena colección de hermosos lepidóteros por nuestra piel de todo.

 
Su existencia está ligada, en su fase de oruga, a su planta nutricia, la aristoloquia, se trata de una planta baja y rastrera, si la planta desaparece lo hará con ella la mariposa; la mariposa se distribuye por toda la Península, sur de Francia y norte de Africa, en España ocupa toda la geografía salvo la costa cantábrica y el noroeste, pero a pesar de su amplia distribución no se encuentra en cualquier lugar, sus colonias aparecen de forma aislada, sus hábitats preferidos serán las zonas calizas, algo rocosas con matorrales y maleza, también en terrenos cultivados y praderas, desde el nivel del mar hasta los 1.600m. de altitud.
Sus huevos son esféricos y las orugas cilíndricas y gordas de color amarillento con espinas, las crisálidas de color marrón, imitando la madera y rugosas.
Las orugas de esta mariposa dependerán de las plantas de las que se alimentan, pasarán dos años  en forma de crisálidas sujetas a los tallos de las plantas o protegidas entre las piedras.
Los adultos volarán entre abril y junio, en una única generación.
La embergadura de la Zerynthia rumina es de unos 5 cm, por lo que se la puede considerar una mariposa grande, sus alas presentan vistosos dibujos ajedrezados de colores amarillos, negros y rojos
La arlequín es una especie en peligro de extinción, estando en Comunidades como la de Madrid protegida al tener la consideración de especie de interés especial.


miércoles, 2 de abril de 2014

MOMENTOS XXI

apertura f/8, tiempo expo.1/400, iso 200, longitud focal 200mm

miércoles, 26 de marzo de 2014

UN DIA ENTRE GRULLAS

Este año he tenido la suerte de poder disfrutar una jornada completa fotografiando grullas (Grus grus); en compañía de un buen amigo, nos desplazamos hasta Gallocanta (Aragón), donde se da la mayor concentración de estas aves en España donde vienen desde el centro y norte de Europa a pasar el invierno, para disfrutar de estas enormes aves que se desplazan en grupo emitiendo su estridente "kru-kru-kru"

Con la salida del sol comienzan a verse las características formaciones en vuelo de las grullas con su pesado batir de alas que se dirigen a sus zonas de campeo para buscar su variado alimento, desde  semillas de cereal, maíz, raíces a insectos, gusanos, batracios, pequeños reptiles. Su hábitat son campos de cultivo y dehesas.
Poco a poco van acudiendo al lugar donde nos encontramos, la mayor parte del tiempo lo dedicaran a comer y a cuidarse el plumaje, los amagos de peleas entre ellas son constantes nos tienen distraídos un buen rato, lanzan su cuello con el pico abierto hacia su contrincante mientras que la agredida levanta el vuelo unos metros en vertical para evitar a su rival; en otras ocasiones, y sobre todo en las horas centrales del día permanecen mucho tiempo quietas, sin apenas moverse, pero la mayor parte del tiempo el ir y venir de las grullas es continuo, lo que hace que las horas vayan pasando sin apenas darnos cuenta.


Estarán entre nosotros desde el mes de octubre hasta marzo cuando comienzan el viaje de regreso a sus lugares de nidificación. Dentro de la Península, las mayores concentraciones se dan en las dehesas extremeñas y en el ya citado Gallocanta, en este último lugar según el guarda que nos llevó al aguardo, están pasando el invierno unos 50.000 ejemplares.

Las grullas adultas tienen un plumaje gris ceniza, la cabeza y el cuello de color gris oscuro con una banda blanca alargada a los lados de una mancha roja en la cabeza y un penacho de plumas en la cola más visible cuando están posadas. Los jóvenes tienen un plumaje más apagado sin los negros y grises tan intensos, también carecen de la mancha roja de la cabeza.
La puesta la realizan en el mes de abril, dos huevos que ponen en el suelo en zonas pantanosas, los incuban los dos padres durante unos 30 días, momento en que saldrán dos pollos nidífugos que volarán unos 70 días después.

Al finalizar el día las grullas vuelven nuevamente en formación a sus dormideros y nosotros recogemos los bártulos y también nos disponemos a dirigirnos a nuestros dormideros, ha sido una larga y fría jornada, regresamos cansados pero con las tarjetas llenas y el placer de haber podido disfrutar de uno de los espectáculos que la naturaleza nos ofrece, rodeados de estas aves.