miércoles, 28 de noviembre de 2012

ABEDULARES, EL ESPLENDOR DEL OTOÑO EN MADRID



Si la pasada semana andábamos buscando el otoño en plena ciudad, iniciamos unas entradas donde buscamos el otoño en toda su plenitud en pequeños bosquetes de la zona centro, por estos lares no tenemos los espléndidos bosques atlánticos del norte de la península que llenan con sus tonos otoñales los paisajes, nos tenemos que conformar con bosques más modestos pero no por ello menos interesantes, es el caso de los Abedulares.
Abedul
El abedul es un árbol de hoja caduca con tronco y ramas blanquecinas, los ejemplares más maduros tienden a agrietarse formando estrías negruzcas; característico de Europa septentrional y central, aunque no es difícil encontrar por la zona centro peninsular ejemplares, su concentración formando bosques densos resulta más extraño, es el caso de los abedulares de Somosierra y Canencia aunque también podremos encontrar cierto número de ejemplares en Navafría o Riofrío de Riaza, espacios donde la humedad y las frescas temperaturas permiten su subsistencia. Se trata de vestigios del pasado más frío de las glaciaciones, el aumento de la temperatura fue reduciendo los bosques de abedul a las zonas más norteñas de la Península Ibérica.
El árbol de la sabiduría para los celtas, su corteza se usaba para la fabricación de papel y para remedios de tratamiento de la piel, sus flexibles ramas se utilizaban para hacer látigos.
 
Arroyo Sestil (Abedular de Canencia)
El abedular de Canencia nos lo encontramos en la ladera norte del puerto que lleva el mismo nombre, es atravesado por el arroyo del Sestil, se trata de un pequeño bosquete donde podremos encontrar otros árboles representativos como viejos tejos, acebos, majuelos y escaramujos, delimitando esta bella mezcla arbórea nos encontramos con los pinos tan característicos de la sierra madrileña.
Arroyo Sestil (Abedular de Canencia)
El mejor abedular de la Comunidad de Madrid es el de Somosierra, está situado en la ladera sur del puerto y es atravesado también por un pequeño arroyo que se precipita con fuerza montaña abajo en un sinfín de saltos de agua. En este bosque nos encontramos, además del abedul, una gran variedad de especies arbóreas: melojos, majuelos, acebos, cerezos silvestres, tejos, serbales, rebollos, avellanos…, en los límites de semejante biodiversidad, robles y un poco más arriba el pino…; en el suelo, entre las hojas caídas un sinfín de setas y hongos; entre la fauna corzo, jabalí, zorro, ardilla, águila real rabilargo, arrendajos, carboneros….
Mosaico de color (Abedular de Somosierra)
Toda esta mezcla provoca una explosión de color en las laderas, el amarillo de los abedules, el rojo de los cerezos, el verde brillante de los acebos, el verde oscuro de los tejos, el marrón tostado de los rebollos…..todo ello visto desde fuera, desde su interior el bosque te invita al silencio, al paseo tranquilo, a integrarte en una naturaleza que bulle de vida. Los pequeños pueblos serranos de Roblegordo y Somosierra, éste último es el pueblo situado a mayor altitud de la Comunidad de Madrid, están integrados perfectamente en el entorno, sus gentes son las que han cuidado del bosque, la Dehesa del Boyal o Dehesa Bonita, perteneciente a Somosierra e integrada dentro del abedular, es de uso comunal y en ella los ganaderos llevan sus vacas y caballos a pastar, acción que permite mantener limpio el bosque de hierbas y matojos a lo largo de todo el año, minimizando en gran medida el peligro de incendios en los periodos estivales.
Abedul (Abedular de Somosierra)
Pero no todo es bonito, la A1 transcurre junto a este remanso de paz, como curiosidad diremos que cuando se proyectó la variante de la carretera por el túnel de Somosierra, la primera propuesta atravesaba el abedular, tamaña barbarie fue corregida a tiempo…, por suerte a algún responsable se le encendió la lucecita y las obras se pasaron a la otra vertiente del puerto.

La próxima semana seguiremos empapándonos del espíritu otoñal antes de que nos abandone definitivamente por este año,  nos iremos a buscar castañas… 
 
Vista de la ladera sur del puerto de Canencia, al fondo los rascacielos de Madrid

viernes, 23 de noviembre de 2012

PASEO OTOÑAL POR EL RETIRO



Una de las cosas más recomendables cuando se tiene “mono” de campo y se vive en una gran ciudad es la de pasear por un parque y si ese paseo se hace en otoño o primavera pues mejor, eso es lo que trato de hacer cuando tengo ganas de salir de la ciudad pero por algún motivo no puedo, el lugar donde me gusta perderme es en el Parque del Buen Retiro en Madrid, ya su nombre nos hace referencia a las intenciones del porqué acudir a este hermoso rincón….un buen retiro para olvidarnos, aunque sea por un momento, de las preocupaciones diarias.
 
Uno de los meses preferidos para visitar El Retiro es noviembre, cuando los días aun son templados, andar por sus avenidas y caminos sería lo más parecido a hacerlo por el interior de un bosque, las hojas ocres y amarillas se reparten aun entre el suelo, formando un bonito tapiz y las ramas de los árboles, que poco a poco se van desnudando.

monumento a Alfonso XII
 
Palacio de Cristal
Una de las cosas buenas del Retiro es que es lo suficientemente grande como para pasear por su interior olvidándote de que estás en una gran ciudad, la gente parece que no tiene prisa, que disfruta de su visita a este emblemático parque; puedes elegir entre caminos solitarios donde “perderte” escuchando a algún pajarillo mientras observas las siempre inquietas ardillas o paseos más concurridos de gente andando entre vendedores callejeros, personas que te leen el futuro en las manos o las cartas, algún músico que nos ameniza el paseo con sus acordes, abuelos tratando de arreglar el mundo en animada conversación, parejas de enamorados entretenidos en sus arrumacos o deportistas poniéndose en forma mientras otros se dedican al placer de la lectura.
 
Un ejemplo de ello sería El Paseo por el Salón del Estanque, con el monumento a Alfonso XII al fondo y el lago en primer plano o el Paseo por el Duque de Fernán Núñez o el Paseo Argentina, también conocido como paseo de las Estatuas, al tener en sus lados una serie de estatuas de monarcas españoles y que en un principio iban a decorar las cornisas del Palacio Real pero que Carlos III retiró al considerar que quedaba demasiado recargado, con las estatuas sobrantes se decidió repartirlas por distintos puntos de la ciudad (Plaza de Oriente, Jardines de Sabatini, el Retiro…). 

También podremos disfrutar de un buen número de fuentes como las de la Alcachofa o la de los Galápagos; o de sus palacios, como el de Cristal o el de Velázquez; de un sinfín de estatuas, destacando la del Ángel Caído o la dedicada al General Rodríguez Campos…vamos que no nos faltarán motivos para pasar un buen rato de agradable paseo y olvidarnos, aunque tan sólo sea por unas horas de la gran ciudad.
Fuente de la Alcachofa
En otra ocasión le dedicaremos más tiempo al Retiro, por lo pronto nos dedicaremos a disfrutar de él en estos días de agradable otoño que ya van tocando a su fin.
Palacio de Cristal


miércoles, 14 de noviembre de 2012

LUNA AZUL



 Denominamos “Luna azul” a la circunstancia que se da cuando se pueden observar dos lunas llenas dentro de un mismo mes del calendario gregoriano, este acontecimiento, no “exactamente planetario”, lo pudimos observar en el pasado mes de agosto, cuando el día 2 tuvimos luna llena y el 31 del mismo mes pudimos disfrutar de una segunda luna en toda su plenitud, las fotografías de de este último día son las que publico en esta entrada, todas ellas realizadas en Urueñas (Segovia).
 
 El ciclo lunar dura 29 días, cada dos años y medio se suele dar esta circunstancia aunque hay ocasiones en que se produce dos lunas azules en un mismo año como fue el caso de 1999, en los meses de enero y marzo; esta doble luna azul por año se da entre tres y siete veces por siglo y siempre siendo la primera en enero y la segunda normalmente en marzo aunque en menor probabilidad se puede dar también en abril o mayo, al tener febrero una duración inferior al ciclo lunar, precisamente por esta circunstancia, febrero nunca podrá tener luna azul.
El nombre de “luna azul” no hace referencia al color del satélite, sino que por una mala traducción del inglés, en la época medieval, de la palabra de la que deriva azul: belewe (Blue) que podría significar “traidor”, haciendo referencia a la ruptura de la costumbre de una luna llena por mes.